La intervención psicológica en ansiedad, estrés o depresión, cuatro veces más eficaz que los fármacos.


Según datos de la Organización Mundial de la Salud, España es el cuarto país de Europa con más casos de depresión. Y los trastornos de ansiedad están en ascenso. Uno de cada dos pacientes que acude a atención primaria en nuestro país presenta algún problema de ansiedad, depresión o somatizaciones (síntomas físicos que no tienen un origen físico identificable). El abordaje suele habitual ser con fármacos, pese a que la evidencia científica muestra que el tratamiento más eficaz para estos problemas son las técnicas psicológicas.

Un hecho que confirma ahora el estudio o PsicAP (Psicología en Atención Primaria), cuyos resultados preliminares presentados esta mañana en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, los resultados preliminares del ensayo clínico PsicAP, no dejan lugar a dudas. Los pacientes que tienen acceso a la intervención psicológica en Atención Primaria se recuperan de sus síntomas de ansiedad, estrés o depresión, cuatro veces más que los que reciben el tratamiento habitual con ansiolíticos o antidepresivos.

En este ensayo, financiado por la Fundación Española para la Promoción y el Desarrollo Científico y Profesional de la Psicología (Psicofundación) participan más de 200 médicos y psicólogos que han evaluado casi 1.200 pacientes de 28 centros de salud de Atención Primaria de 10 comunidades autónomas.

Los resultados preliminares, que han sido presentados por el catedrático en Psicología e investigador principal del ensayo Clínico PsicAP, Antonio Cano Vindel, demuestran claramente la mayor eficacia del tratamiento psicológico sobre el farmacológico habitual. En los 323 pacientes que han concluido el tratamiento y han pasado una evaluación completa, se ha observado que en los los trastornos de ansiedad, la intervención psicológica es tres veces más eficaz que el tratamiento habitual para reducir los síntomas. En el caso de la depresión, la eficacia es cuatro veces mayor.

Con el tratamiento psicológico se consigue recuperar en torno a un 70% de los pacientes (67% en casos de ansiedad y 72% en caso de depresión), un número tres veces mayor que con el tratamiento habitual de Atención Primaria (27,4% y 24,2%, para ansiedad y depresión, respectivamente). Además, los personas que recibieron la ayuda de psicólogos han conseguido disminuir el consumo de psicofármacos y la hiperfrecuentación de las consultas de Atención Primaria.

España es el segundo país con mayor consumo de tranquilizantes en el mundo, a pesar de que las guías clínicas desaconsejan su uso por la falta de eficacia y su capacidad para generar adicción. Hace unos días los propios médicos de atención primaria advertían sobre el alarmante incremento del consumo de psicofármacos en nuestros país.

La demanda de atención psicológica se generaliza en la sociedad, de hecho los cuatro partidos políticos mayoritarios, cuyos representantes estuvieron en la presentación de los resultados preliminares del estudio PsicAP, han solicitado la inclusión de profesionales de la Psicología en el sistema de Salud. El director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, anunció esta mañana en el Ministerio, que está previsto la contratación de 21 psicólogos en atención primaria, repartidos en sendos centros de las áreas con mayor demanda. «Estamos convencidos de que la iniciativa será un éxito», adelantó. Y aclaró que serán servicios complementarios a los actuales de Salud Mental, donde los trastornos de Ansiedad, depresión y somatización, considerados menos graves, no llegan.

Conducir bajo el efecto de psicofármacos aumenta el riesgo de accidentes de tráfico

«Hay que concienciar a la sociedad del problema de los psicofármacos, de igual forma que se hace con el alcohol y con las drogas», advertía Antonio Cano Vindel, durante la presentación del estudio. El perfil medio de consumidores de tranquilizantes es una mujer de unos 50 años. Son esas mismas mujeres las que «aconsejan a sus hijos prudencia en la carretera, cuando ellas no deberían conducir bajo el efecto de los psicofármacos, porque aumentan la probabilidad de accidentes en un 60%», resalta Vindel.

Y aporta datos que avalan su advertencia. En el 60% de los fallecidos en accidentes de tráico y el 20% de los peatones atropellados se detectan psicofármacos. Y en los mayores de 65 años el riesgo de caídas aumenta un 50%, con la posibilidad de rotura de cadera aumenta, que disminuye la esperanza de vida.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, INE, en la última Encuesta Europea de Salud, publicada en 2015, el 18,9% de los españoles de 15 o más años había consumido en las dos últimas semanas psicofármacos tranquilizantes, relajantes o somníferos. El 8,4% había consumido antidepresivos o estimulantes. El consumo es aproximadamente el doble en mujeres que en hombres, aumenta con la edad y disminuye con el nivel cultural.

Fuente: www.abc.es

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