«Hay pocas condenas por maltrato psicológico. El entorno no ayuda»


 

María Tardón es dura, pero no insensible. Lidia cada jornada con esa lacra que no parece tener fin: la violencia de género. Ella es la titular de un juzgado en Madrid. Admite que tenemos leyes y actuaciones policiales y sociales envidiables pero que, por desgracia, «siempre habrá asesinatos y crímenes. Tenemos que saber utilizar las herramientas a nuestro alcance para frenar este problema». Y advierte: «Hay pocas condenas por maltrato psicológico. Es un delito difícil de demostrar y el entorno no ayuda».

El perfil más común de maltratada «es de una mujer entre 30 y 50 años que depende económicamente de su pareja», ha dicho la magistrada en Los Desayunos de Babelia, un encuentro periodístico del Experience Club, enmarcado en las actividades de Madrid Foro Empresarial (MFE).

Tardón se lamenta de que los avances en los procesos judiciales «no van al mismo ritmo que la educación» y eso, a su juicio, es fundamental para que los jóvenes se mentalicen desde edades muy peligrosas en las que ya los adolescentes maltratan y acosan a las jóvenes. «Las leyes y las penas para luchar contra este problema _asegura la juez_ están bien planteadas, en especial desde los años 2003 y 2004. Hay herramientas, insisto, y útiles. Sin embargo, el problema está en la interpretación que se le pueda dar a estas leyes y la falta de medidas para la prevención por la vía de la concienciación y la educación».

La magistrada pone gran énfasis en el papel de los medios de comunicación para «poner en guardia» a la sociedad y que no se olvide de lo que están viviendo miles de mujeres y los hijos. «Es un papel fundamental. Hay que informar», asegura. Y añade: «No creo que se puedan dar procesos de repetición, como en casos como el suicidio».

También señala que ahora, «los menores están más protegidos» que hace unos años porque «la conciencia es mucho mayor. De hecho, el juez de todo proceso relacionado con malos tratos tiene la obligación de pronunciarse, en todo caso, sobre los menores implicados, aunque no se solicite».

¿Y el maltrato psicológico, ese maltrato tan silencioso? «Se necesita —dice María Tardón— presentar pruebas psicológicas y testimonios que, en ocasiones , son difíciles de encontrar pues las víctimas suelen mostrarse dubitativas e inseguras a la hora de realizar sus declaraciones. El entorno a veces no ayauda y es algo fundamental, sobre todo por la presencias de testigos. En muy pocas ocasiones se consiguen condenas por maltrato psicológico».

La juez Tardón también ha dejado muy claro dos cuestiones: una, el peligro de las falsas acusaciones y denuncias de maltrato para dañar a la pareja en otro tipo de litigios y, dos, la urgencia más que nunca un pacto de Estado que concluya con esta lacra que no cesa y que, por descontado, no tiene color político.

Fuente: www.abc.es

 

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