Cómo usar la «Psicología Inversa» en las personas.


Hoy en día, se cree que la psicología inversa es una técnica especialmente eficaz en la educación de niños y adolescentes. Concretamente, para niños que no suelen hacer y caso tienen tendencia a llevar la contraria

La psicología inversa es una técnica que fue descrita por el famoso médico y escritor Viktor Frankl durante el siglo pasado. Esta técnica es más compleja de lo que parece, por lo que su uso y su eficacia se ha puesto muchas veces en entredicho, y debe utilizarse de forma precavida.

De hecho, Viktor Frankl empezó a formularles directamente a pacientes depresivos, inestables o con múltiples problemáticas la siguiente pregunta: “¿por qué no se suicida usted?”

Evidentemente, el psiquiatra no deseaba que sus pacientes se suicidaran, sino todo lo contrario, pero empezó a utilizar la formulación de estas ideas en el propio plan terapéutico de enfermedades mentales.

Y al hacerlo, la mayoría de pacientes imaginaban el suceso de su muerte, y al hacerlo, muchos de ellos encontraban algún motivo para no llevar a cabo el suicidio.

De este modo, Frankl utilizaba los motivos que encontraban los pacientes para no suicidarse como punto de partida de un tratamiento psicológico que permitiera encontrar estímulos para evitar los pensamientos suicidas y aspectos que valoraran positivamente la vida.

Evidentemente, esta técnica no la utilizaba sin ton ni son ante cualquier persona que presentara ideas de muerte o estados depresivos, ya que la formulación de la posibilidad de suicidarse es altamente peligrosa.

De hecho, si se formulara esta pregunta a una persona altamente depresiva y con múltiples pensamientos de suicidio, el resultado podría ser catastrófico.

Sin embargo, Frankl encontró cierta utilidad en un técnica de psicología inversa en el tratamiento de muchos casos psiquiátricos.

¿En qué consiste la psicología inversa?

Como hemos visto, a través de las técnicas aplicadas por Viktor Frankl surge un técnica conocida hoy en día como psicología inversa.

La psicología inversa trata de una técnica conductista sutil que tiene el objetivo de conseguir un efecto en otra persona haciéndole creer que quieres que haga algo que en realidad no quieres.

Este hecho ha sido ampliamente difundido en la sociedad actual, sobretodo en contextos no profesionales y en ámbitos cotidianos.

Vayamos a revisar cómo se entiende la psicología inversa hoy en día, y qué existe de cierto y qué es erróneo sobre las creencias actuales.

Así pues, ante un niño que contradice siempre las cosas que le dice su madre, esta piensa que diciéndole lo contrario realizará lo que quería en un inicio por el simple hecho de que le seguirá llevando lo contraria.

Pongamos un ejemplo: si una madre dice continuamente a su hijo que recoja la habitación y este se niega constantemente, se piensa que si se le dice que no la recoja la ordenará con el fin de seguir llevando la contraria.

Sin embargo, si bien es cierto que algunos de los comportamientos negativistas de los niños pueden ser influenciados por las ordenes que se les da, la psicología inversa no se basa en estos principios.

El éxito de la psicología inversa radica en lo que se conoce como resistencia psicológica, es decir, en la dificultad que ponemos a hacer algo que nos es impuesto o que nos mandan, y que interfiere en nuestra autonomía o libertad.

De este modo, si utilizamos la psicología inversa y cambiamos el contenido del mensaje y el estilo comunicativo, la persona puede modificar su actitud ante la conducta latente que debe o que no debe realizar.

Cabe destacar que esta técnica no funciona siempre ni debe utilizarse ante cualquier situación, ya que incluso puede ocasionar efectos negativos. Así mismo, puede resultar algo criticable por tratarse de una técnica que puede involucrar cierta manipulación.

No obstante, mucha gente lo utiliza hoy en día tanto con niño como con adultos, y puede resultar una estrategia comunicativa eficaz si se realiza de una forma adecuada.

8 pasos para aplicar la psicología inversa

A continuación comentamos 8 pasos a realizar que se deben tener muy en cuenta si se quiere aplicar la psicología inversa de una forma adecuada.

1. Analiza la persona a quien se lo realizarás

Utilizar la psicología inversa implica una serie de riesgos por lo que previamente a hacerlo es importante que analices la persona a quien se lo aplicarás.

Y es que antes de utilizar la psicología inversa tienes que tener muy claro que el uso de esta técnica no ofrece una doble oportunidad.

Por ejemplo, si cuando le dices a tu hijo que estudie para el examen y él no te hace caso, decides utilizar la psicología inversa y decirle que no estudie, ya no podrás desdecirte de lo que le acabas de decir, por lo que tendrás que mantener el mensaje de que no estudie.

Evidentemente, si aplicas esta estrategia en un caso en el que no es adecuado hacerlo, lo que conseguirás es que tu hijo tenga más motivos para no estudiar y deje de tener un estímulo que le incite a hacerlo.

Por este motivo, es importante que analices bien la persona a quien le quieres aplicar la psicología inversa e intentes averiguar si le podría funcionar o no.

¿Cuáles son sus motivos para no hacerte caso? ¿Puede sentir que la realización de la tarea que tiene que hacer se le está siendo impuesta y ve cortada su autonomía o libertad? ¿Podría ser este el motivo por el cual se niegue a hacerlo?

Todas estas preguntas te las tienes que hacer de forma previa a la utilización de la psicología inversa.

Como hemos dicho antes, esta técnica se basa en la resistencia psicológica.

De este modo, antes de utilizar la psicología inversa tienes que asegurarte de que el hecho por el que la persona se niega a hacer una conducta determinada está motivado por la dificultad que ponemos las personas a hacer algo que nos es impuesto.

2. Analiza tu relación con ella

Una vez nos hayamos asegurado de que existe una cierta resistencia psicológica en los motivos por los cuales la persona se niega a hacer una actividad determinada, tienes que analizar la relación que tienes tú con esa persona.

Este hecho es importante ya que no podemos aislar la psicología inversa de la relación que tengamos con una persona determinada.

De este modo, en el momento que empezamos a realizarla la relación entre ambos se verá afectada.

Para hacerlo, es útil que analices qué patrón de comportamiento tiene la persona en cuestión contigo mismo.

Si denotas que esa persona tiene tendencia a llevarte la contraria en todo y tiende a asociar lo que le dices con obligaciones, directrices y mandamientos, y por lo tanto en la creación de una barrera psicológica, podría ser adecuado utilizar la psicología inversa.

Este hecho sucede muy a menudo con niños y adolescentes, los cuales adoptan un estilo comunicativo con sus padres en los que cualquier mensaje es interpretado como una restricción de su autonomía y libertad.

Así pues, ante relaciones de este tipo, la psicología inversa puede tener resultado al cambiar el marco de relación, y trasladar la responsabilidad y el poder de decisión al adolescente que se niega a ser gobernado y a que los demás decidan por él.

Sin embargo, este análisis no es tan sencillo.

Como hemos dicho, la psicología inversa no tiene marcha atrás, por lo que en el momento que empieces a utilizarla no podrás desdecirte de ella.

Así pues, tienes que analizar adecuadamente si la persona (sea niño o no) a quien se lo vayas aplicar reúne unos requisitos mínimos en los que confiar para poder traspasarle el poder de decisión.

3. Analiza la conducta

Finalmente, debes analizar cuál es la conducta que pretendes modificar a través de la psicología inversa y todo lo que le rodea.

¿Si le doy a la persona la posibilidad de que sea ella quien decida optará por elegir la conducta adecuada?

Para poder responder esta pregunta deben analizarse varias, cosas.

Las primeras son las dos que ya hemos comentado anteriormente, pero la tercera es asegurarte de que no existan otras personas que también puedan actuar como barrera psicológica.

De este modo, si decides decirle a tu hijo que no estudie para que sea él quien decida hacerlo, debes asegurarte de que no existan otras personas como familiares, profesores o compañeros que le sigan diciendo que debe estudiar.

Si esto sucede, seguramente el niño siga teniendo barrera psicológica por lo que respecta la conducta a cambiar, y al utilizar la psicología inversa lo único que conseguirás será reducir el número de personas que le molestan al decirle que estudie.

4. Di lo contrario de lo que piensas de una forma congruente

Una vez tengas los tres puntos anteriores bien analizados, ya puede aplicar la psicología inversa, es decir, ya puedes decir lo contrario de lo que piensas.

Sin embargo, tienes que decirlo de una forma congruente, de tal manera que la otra persona perciba tu mensaje como verdadero y firme.

De este modo, si le dices a tu hijo que no estudie, tienes que hacerlo de una forma seria y creíble, de tal modo que el niño piense realmente que tu mensaje va en serio y que estás dejando de obligarle a estudiar.

5. Vigilia tu estilo comunicativo

Otro aspecto muy importante es el estilo comunicativo con el que se expresa el contenido de la psicología inversa.

De nada sirven los comentarios “pues muy bien, no estudies” con tono despectivo, de enfado y reproche.

El objetivo no tiene que ser decirle que no estudie pero expresando que tú sigues obligándolo a hacerlo, sino que tienes que expresar la idea de una forma tranquila y firme para que él se dé cuenta de que a partir de ahora las decisiones respecto a ese tema serán sólo suyas.

6. Evita la discusión

Otro aspecto muy relacionado al punto anterior es el hecho de evitar cualquier discusión al respecto.

Cuando decides aplicar la psicología inversa tienes que cumplir dos objetivos para que esta sea eficaz.

El primero consiste en que la persona a quien se le apliques deje de ver cortada su liberta de decisión respecto a una conducta determinada y la segunda consiste en conseguir que esta conducta deje de ser un tema de conflicto y discusión.

7. Reafirma tu decisión

Una vez hayas aplicado la psicología inversa tienes que mantenerte firme en tu decisión para que esta pueda causar efecto.

Suele ser necesario que después de expresar el mensaje, lo repitas en otras ocasiones para reafirmar tu postura.

Así mismo, es importante que sigas manteniendo el mismo estilo comunicativo cuando expreses estas ideas.

Por lo tanto, no debes utilizar el mensaje de la psicología inversa de la misma forma que utilizabas el mensaje “original”. Es decir, no le repitas constantemente el mensaje “no estudies” como sustituto del mensaje “estudia”.

8. Sé congruente

Para finalizar, el aspecto más importante para que el mensaje de psicología inversa sea eficaz es que mantengas una postura totalmente congruente respecto a ella.

Este hecho implica que no debes ser coherente sólo con el mensaje, diciendo siempre lo mismo, sino que debes serlo sobre todo con tu actitud respecto al tema.

El objetivo consiste en brindarle a la persona una marco diferente al anterior en el que no vea cortada su capacidad de decisión y en el que pueda tomar sus resoluciones de forma autónoma y con el apoyo de otras personas.

Fuente: www.lifeder.com

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