Aprende a respirar cuando las emociones te desbordan.


Las emociones son como brújulas que nos guían, empujándonos a la acción en la mayoría de los casos (no en todos, piensa por ejemplo, que el miedo puede tener un efecto paralizante). Ahora bien, ¿qué pasa cuando dejamos que las emociones tomen el mando, con toda su energía, sin control ninguno? En primer lugar, lo más probable es que nos pasemos de intensidad a la hora de actuar, algo que puede llegar a influir en nuestra autoestima, especialmente en la seguridad que mostramos en nosotros mismos. 

Lograr un equilibro emocional es un proceso que requiere práctica y entrenamiento. Imagina que necesitas subirte a una montaña rusa diariamente, para sentirte descargado y motivado. Aunque en el momento puede ser que te siente bien la intensidad emocional, luego es posible que termines agotado de tanta subida y bajada emocional. Es más, lo más probable es que termines desorientado y poniendo en cuestión todos los proyectos de tu vida.

¿Por qué las emociones te desbordan?

¿Necesitas expresar las emociones intensamente para sentir que estás vivo? El desborde emocional a menudo va asociado con el dramatismo o la exageración. Pero no siempre tiene por qué ser así. Puede que necesites sentir las emociones y expresarlas con mucha intensidad, que sea tu manera de mostrar lo que sientes y/o que no sepas hacerlo de otra forma.

La intensidad emocional también se ha relacionado a personas que son altamente sensibles, con gran empatía y capacidad para ponerse en la piel de los demás. Las personas a las que les afecta todo de una manera muy grande, pueden experimentar culpa o autoexigencia.  Piensa que no es fácil gestionar la propia emoción que produce sentirse sobrepasado por las emociones todo el tiempo.

Las emociones son como olas, que vienen y se van

Todas las emociones son válidas y necesarias para tu desarrollo: todas ellas tienen una función adaptativa. No hay emociones buenas o malas, y tampoco maneras de sentir mejores ni peores. Es importante que te permitas sentir todas las emociones, encontrando una manera para que te sean más llevaderas.

Toda emoción, por muy intensa que sea, al final, se va si la dejas salir. Las emociones son como olas, que vienen y se van, pero es importante que no te dejes arrastrar por ellas. No permitas que te inunden y para ello intenta buscar la manera más sana para que se expresen .

La respiración es la base para que tus emociones cambien

La respiración es el pilar que sustenta todas nuestras emociones. Según como respiremos, vamos a sentir la emoción con una intensidad u otra e incluso puede condicionar el tipo de emoción que predomine en nosotros. Por ejemplo, si respiras de forma más agitada y rápida, es posible que puedas conectar con la angustia, la ansiedad o el enfado. En cambio, si puedes pausar tu respiración y centrarte en expulsar más aire del que entra por tus fosas nasales, seguramente vas a poder estar más tranquilo mismo.

 

La ansiedad, el miedo, el estrés que sientes pueden producirte falta de aire o respiraciones rápidas y superficiales. Por otro lado, respirar más lento ayuda a tu cuerpo a permanecer en un estado más relajado.

 Fuente: www.lamenteesmaravillosa.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.