TRASTORNOS DEL HABLA Y DEL LENGUAJE INFANTIL: ¿CÓMO LOS ABORDAMOS?


 

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Autor:
Dra. Lilian Bolte, Residente Pediatría PUC
Dra. Pamela Rojas G., Médico Familiar PUC

INTRODUCCIÓN

Los trastornos del habla y del lenguaje son una patología relativamente frecuente en la infancia, y que preocupa a padres y profesionales de la salud. Tienen una prevalencia cercana al 5-8% en preescolares y a un 4% en escolares; y su mayor importancia radica en el hecho que alteran la capacidad de comunicación del niño con sus padres y pares.

En la etapa escolar, los trastornos del habla y del lenguaje puede asociarse a dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura, a un rendimiento escolar deficiente, y en forma secundaria a trastornos en la esfera conductual y emocional.
En términos generales, estos trastornos suelen presentar un curso crónico; así, sin un diagnóstico y tratamiento adecuados, la patología persiste en el 40 – 60% de los casos.

ABORDAJE INICIAL

Al enfrentarse a un niño que se comunica mal, el primer paso es determinar si éste presenta un trastorno del habla o un trastorno del lenguaje, o bien su problema es secundario a alteraciones a nivel fono articulatorio o psicolingüístico.

La tabla 1 resume la clasificación de los trastornos del habla y del lenguaje infantil y las patologías más prevalentes para cada caso. Posteriormente se revisará cada condición, en sus aspectos más generales, de modo de plantear su diagnóstico en la atención primaria.

Tabla 1: Clasificación de los trastornos del habla y del lenguaje

CLÍNICA

TRASTORNOS DEL HABLA:

– Dislalia: Alteración sistemática en la pronunciación de un determinado fonema, producto de la persistencia de formas de articulación inmadura. Se puede observar omisión, sustitución, inversión o distorsión del fonema.
Los fonemas más afectados en el idioma castellano son: S, R, L, D.
Conducta: Se espera que un niño de 4 años pronuncie adecuadamente la mayoría de los fonemas, y que un niño de 6 años los pronuncie todos normalmente. Cuando se produce una alteración en la articulación que dificulta la comunicación, es recomendable la derivación del niño independiente de su edad.

– Espasmofemia: Alteración de la fluencia normal de las palabras, produciéndose el bloqueo o repetición de una o más sílabas. Se acompaña de movimientos corporales que denotan tensión. La espasmofemia puede ser tónica, clónica o tónica-clónica.
El 88% se presenta en menor de 7 años, y es más frecuente en hombres.
Conducta: Se recomienda una intervención «indirecta» hasta los 6 años, o sea, no llamar la atención al niño por hablar mal; hablarle en forma lenta y clara y evitar presionarlo a hablar o repetir las palabras hasta que las diga bien.
A partir de los 6 años es necesaria la derivación a fonoaudiólogo y psicólogo.

– Disfluencia o Tartamudez fisiológica o evolutiva: Diagnóstico diferencial de la espasmofemia. Se refiere a un proceso fisiológico en el cual el niño presenta repeticiones de la palabra completa y sin espasmos. Ocurre alrededor de los 3 a 4 años y es autolimitado.
Conducta: Seguimiento con intervención «indirecta». No requiere derivación a especialista.

– Farfulleo o habla taquilálica: Consiste en un habla precipitada, producto de la cual, no se entiende lo que el niño dice.
Se observa en pacientes ansiosos, y en algunos casos, en niños con retardo mental.
Conducta: Dar tiempo al niño para hablar, SIN interrumpirle. La derivación a psicólogo dependerá del grado e implicancias de la ansiedad del paciente.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE

1. Retraso simple del lenguaje: Lenguaje cuya adquisición se presenta cronológicamente retrasada, pero que evoluciona adecuadamente (cumple los hitos en forma adecuada) y que no compromete la comprensión.
Se postula que su origen sería un discreto retraso a nivel madurativo.
Conducta: Seguimiento con estimulación del lenguaje. No requiere derivación a especialista.

2. Disfasia o trastorno específico del lenguaje: Lenguaje cuya adquisición se presenta cronológicamente retrasada, y que además evoluciona sin progresos.
Los afectados muestran una alteración persistente en la comprensión, procesamiento y uso del lenguaje y por tanto serias dificultades para comunicarse.
Para plantear el diagnóstico se requiere indemnidad sensorial, motora e intelectual.
Conducta: Derivación inmediata a especialista.

3. Afasia: Alteración adquirida del lenguaje, en el cual se observa un desarrollo previo normal, y posteriormente alteraciones en la comprensión y/o expresión.
Puede ser secundaria a una lesión cerebral traumática, tumoral, malformativa o infecciosa.
Conducta: Derivación inmediata a especialista para estudio.

ALTERACIÓN DE ÓRGANOS FONO ARTICULATORIOS:

1. Hipoacusia: Ya sea de conducción (habitualmente secundaria a Otitis media efusiva, y más rara vez a agenesia del oído medio) o sensorioneural ( secundaria a asfixia neonatal, ototoxicidad, enfermedades metabólicas, tumores del SNC, causa genética) Conducta: iniciar estudio y derivación para tratamiento.

2. Disglosia: Alteración de los órganos fono articulatorios, que causa trastorno del habla y lenguaje. Ejemplos: labio leporino, fisura palatina. Conducta: tratamiento interdisciplinario, con cirujano, fonoaudiólogo, etc.

3. Disartria: Dificultad en la pronunciación de las palabras de etiología neurológica.
Conducta: iniciar estudio y derivación para tratamiento.

TRASTORNOS PSICOLINGÜISTICOS:

1. Espectro autista: Suelen iniciarse en menores de tres años de vida, siendo 3-4 veces más frecuente en pacientes de sexo masculino.
Se caracterizan por una alteración en la interacción social del individuo:, con comportamientos compulsivos y rituales, y actividad motora estereotipada y repetitiva. Estos pacientes presentan trastornos del lenguaje, con un desarrollo del mismo alterado y atrasado, y presencia de ecolalia, mal uso de pronombres, voz monótona o atónica.
En el 30% de los pacientes autistas se describe el fenómeno de «regresión autista», caracterizado por la pérdida de las capacidades lingüísticas adquiridas hasta el momento. Este fenómeno se presenta en 2 períodos etarios: entre el primer y segundo año de vida, y en la adolescencia.
Conducta: seguimiento y derivación para tratamiento.

2. Deficiencia mental: Retraso global en la maduración neurológica y sensorial del niño.
En relación al lenguaje se identifica un retraso en su adquisición y un uso inadecuado de éste (alteración en la organización, mal uso de artículos, preposiciones, adjetivos, conjugación verbal). Se observa pobreza en el contenido del lenguaje, y comprensión limitada. Se puede asociar a dislalia y taquilalia.
Conducta: seguimiento y derivación para estudio y tratamiento interdisciplinario.

3. Mutismo selectivo: Condición caracterizada por un lenguaje y habla normales, pero que en determinadas situaciones (ej. en el colegio), o frente a ciertas personas (ej. Con los hombres), se bloquea.
Conducta: seguimiento y derivación para estudio y tratamiento con psicólogo.

EN RESUMEN:

Los trastornos del habla y del lenguaje suponen distintas etiologías.
Su sospecha diagnóstica inicial es plausible en la atención primaria considerando la edad del paciente, características, y magnitud del compromiso que presenta el niño.
La conducta a seguir dependerá del diagnóstico planteado, sin embargo el seguimiento del caso es una constante en todas las condiciones.
Fuente: medicinafamiliar

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