El 10% de las consultas de pediatría responden a un trastorno de ansiedad en el niño.


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La sobreprotección que ejercen los padres sobre sus hijos es una fuente de ansiedad para los más pequeños, de hecho se ha observado que estos trastornos corresponden a entre el 40 y el 50 % de las consultas de Psiquiatría Infantil y entre el 5 y el 10% de las visitas al pediatra general.

Hay que tener en cuenta que la ansiedad que se sufre de adulto puede tener su raíz en un problema de la infancia y que un estilo educativo sobreprotector de los padres y madres es una de las causas de los trastornos de ansiedad en los hijos o puede ser un factor que los empeora, afirma la doctora Azucena Díez, de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).

La experta ha afirmado que «no se debe sobreproteger tanto a los niños». Así, ha puesto como ejemplo que «cuando un niño se cae mientras juega, los padres no deben mostrar demasiada preocupación -si no la tiene- porque el niño percibe sensaciones negativas y cuando vuelva a jugar puede asociar un miedo desproporcionado. Los padres ansiosos son los que tienden a sobreproteger más a sus hijos».

Por otro lado, ha indicado que con frecuencia los trastornos de ansiedad se confunden con otras situaciones. «Es que es muy miedoso, tímido, es casero o tiene manías, dicen los padres; cuando en realidad pueden ser manifestaciones de trastornos de ansiedad con gran impacto en los afectados», añade.

Una de las principales limitaciones que tienen los niños con ansiedad son las conductas de evitación y eluden ir a campamentos, hablar en público, etc., en general evitan situaciones. Para su abordaje, la especialista ha indicado que «es importante tener una buena coordinación entre los colegios, servicios de pediatría y otros servicios sanitarios para detectar estos casos».

Por ejemplo, «si un niño en tres años de colegio apenas habla cuando en realidad en su casa habla puede ser un síntoma». «El pediatra tiene que colaborar para romper el estigma del psiquiatra. Los padres no deben alarmarse por enviar a su hijo al psiquiatra», ha añadido.

Puede ser vulnerable por genética
Para la integración de estos pacientes en la sociedad y su correcto abordaje, la experta ha destacado que «lo primero que se debe hacer es dar a los trastornos de ansiedad la importancia que tienen y tomárselo como lo que es, una enfermedad que tiene tratamiento».

«Las personas que tienen una vulnerabilidad genética pueden desarrollar trastornos de ansiedad», añade. Esta predisposición se puede deducir a través de la exploración de la historia familiar y analizando el temperamento de las personas. Aunque no es imprescindible, los fenómenos adversos de su entorno también influyen: nacimientos de hermanos, etapa escolar, emigración-inmigración, fallecimiento de una persona, o una ruptura sentimental.

La experta ha participado en la décimo quinta Reunión Anual de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría este año está organizada conjuntamente con la UNED de Tudela, en la que se darán cita más de 100 expertos en salud mental.

Fuente: www.heraldo.es

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